Un día como hoy fallecía el primer presidente democrático de Cuba.

Estrada Palma, bigote blanco, al centro junto con Máximo Gomez

Este día del 1908 fallecía en la ciudad oriental de Santiago de Cuba Don Tomás Estrada y Palma, primer presidente de la república Cubana entre 1902-1906. Tomó parte en la insurrección de la primera gesta libertaria del 10 de octubre de 1868 y fue presidente de la República en Armas desde el 29 de marzo de 1876 hasta el 19 de octubre de 1877.

Colaboró con la causa revolucionaria en la emigración en Estados Unidos, donde gozaba de gran prestigio por su labor como intelectual y educador. Al partir José Martí hacia Cuba el prócer le encargó a don Tomás quedarse al frente de la dirección del Partido Revolucionario Cubano.

Muerto Martí en Dos Ríos en el 19 de mayo de 1895, el poder revolucionario constituido en la manigua este año en Jimaguayú (provincia de Camagüey), designó a don Palma como Delegado del Partido Revolucionario Cubano y Agente del Gobierno en el exterior. La figura de Palma está vinculada a los momentos fundacionales de la República de Cuba y es protagonista, a su vez, de decisiones críticas en la historia cubana contemporánea.

Nació cerca de Bayamo en el seno de una familia de la clase hacendada, que le proporcionó una educación universitaria en España; concretamente en Sevilla, donde estudió la carrera de Leyes, aunque tuvo que regresar a la isla sin graduarse por el fallecimiento de su padre. Sin embargo, su postura respecto al desarrollo futuro de la isla lo acercaba a la causa independentista.

Se incorporó al movimiento revolucionario en las filas independentistas durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878), en la que fue ascendido a general. Una de las consecuencias inmediatas de la contienda fue la proclamación de la primera constitución Cubana, votada por la asamblea de Guáimaro (1869) y que estuvo en vigor en el territorio de Cuba libre.

En el transcurso de la guerra, Estrada Palma pudo manifestar sus dotes para la organización y el gobierno, así se le encomendó primero la Secretaría de Relaciones Exteriores (1876), y después fue elegido presidente de la República de Cuba Libre (1876).

Algunos historiadores indican que en este período se hizo partidario de la anexión a Estados Unidos, como única salida viable al conflicto. Pero no hubo tiempo de llevar sus ideas a la práctica y poco después de haber sido nombrado presidente, fue detenido por las tropas españolas e internado en el castillo del Morro (1877).

Posteriormente fue deportado y encarcelado en el castillo de Figueras, en España, donde permaneció hasta la firma de la paz del Zanjón (10 de febrero de 1878), en virtud de la cual se acordó la “libertad de los encausados o que estuvieran cumpliendo condena dentro o fuera de la Isla” (“Convenio del Zanjón”, art. 2, en Pichardo, 1980: I). Gozó Palma entonces de libertad para volver a la isla, pero optó en cambio por permanecer en el exilio mientras no fuera declarada la Independencia.

Comienza entonces un recorrido por tierras europeas y americanas —París, Nueva York y Honduras—.

Honduras se había convertido en una buena aliada de los independentistas cubanos, e incluso proporcionó asilo a varios revolucionarios gracias a los donativos del gobierno; entre ellos los líderes Máximo Gómez, Antonio Maceo y Tomás Estrada Palma, entre otros.

Mientras permaneció en la república centroamericana, organizó el servicio de Correos y Telégrafos y contrajo matrimonio con Genoveva Guardiola (hija del ex presidente Santos Guardiola). Hasta que se instala definitivamente en Nueva York (1879), adopta la ciudadanía estadounidense y funda en una localidad de las afueras, en Central Valley, un colegio para hijos de emigrantes latinoamericanos.

Es allí a donde se encuentra con José Martí, que pretendía convocar en una lucha común a los exiliados y residentes cubanos en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, para lo cual preparaba las bases del Partido Revolucionario Cubano (PRC), finalmente constituido entre Tampa, Cayo Hueso y Nueva York (1892). Esta sería la plataforma organizativa de la nueva y definitiva batalla por la independencia de Cuba.

Como ex presidente de la República en Armas, Estrada Palma era un símbolo de unidad en la emigración cubana, y su buena relación con Martí le proporcionó los medios para reintegrarse en las actividades. Al finalizar su mandato, se trasladó hacia la Finca La Punta, propiedad de su familia, ubicada en la zona Oriental. Murió el 4 de noviembre de 1908, al amanecer, en la ciudad de Santiago de Cuba.
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