LOS CHINOS QUE.... La milicia china de Fidel Castro.


Hace poco vimos en Facebook una publicación acerca de unos chinos emigrantes que echaron raíces por Ciego de Ávila, entonces provincia de Camaguey. Sus padres habían sido emigrantes que habían llegado a Cuba en régimen de semi esclavitud allá por el 1847. Se cree que llegaron casi 200 mil de ellos.

Y es cierto que algunos participaron en la gesta gloriosa emancipadora Cubana, y que en el parque situado en la confluencia de la calle L y Línea, en el Vedado la Habana, hay un monumento tipo obelisco que los recuerda. "Nunca hubo un Chino traidor", dice en su base. Y bueno, la publicación de Facebook ponía a los Chinos poco menos que un pedestal, porque si bien es cierto que fueron siempre muy trabajadores y nunca se metían con nadie, tambien los hubo muy comunistas.

Es que la ignorancia a veces nos juega una mala pasada, porque quizás aquellos chinos del siglo XIX no fueron traidores, y que luego los del XX fueron emprendedores, pero amigo, lo que fue los años 60, un grupo de ellos no solo es que eran comunistas, fueron milicianos y muy Castristas además. De hecho el propio Fidel Castro los agrupó en una especie de milicia que se hizo llamar "La Milicia China de Tai Chao", y su primera misión fue la de combatir los vicios en la Habana.

En este caso Chao, Jose Wong, era hijo del periodista Chino Wú Guú Xiáng y de la emigrante Canaria Elvira Herrera, de manera que sus rasgos no eran tan marcadamente orientales. A los primeros que "pusieron finos" estos chinos fue a los de su mismo barrio y comunidad, paisanos que no podían creer lo que veían sus ojos. Tenga en cuenta que muchos de aquellos asiáticos no procedían de la China Comunista propiamente dicho, si no de la disidente Taiwán que, en aquellos primeros meses de la revolución, Febrero del 1960 que fue el debut de esta brigada, todavía mantenían relaciones diplomáticas con la Habana.

Barrio Chino de la Habana

Oiga, si había un lugar en la Habana donde se pecaba de verdad, ese era el Barrio Chino. Los Chinos, han sido tradicionalmente adictos al juego, (Aquí en Tenerife son clientes fijos en los casinos, no se levantan de las tragaperras) y como es de suponer, en esos años en la Habana controlaban la actividad ilícita dentro de sus dominios, así como la prostitución. Sin embargo no pasaría mucho para que "recibieran una visita", la de una brigada de cincuenta milicianos chinos al mando de José Wong, nacido en Guanabacoa. 

A diferencia de la milicia cubana, estos Chinos vestían con camisa azul y pantalón verde oliva, e iban armados de viejos pero peligrosos fusiles Mauser alemanes, y se demás comunicaban entre ellos en idioma cantonés. El apodo de Tai Chao, puesto por su padre, traducido en chino significaba "Escudo del Emperador". Su nombre real era Pedro Jesús Eng Herrera, y antes de la revolución se dedicaba al giro de los víveres y licores. 

Con el triunfo castrista de 1959, se le ocurrió la idea de crear este destacamento que la milicia nacional revolucionaria no tardó en integrar. Su grupo provenía de la Alianza Nueva Democracia de China, integrado por chinos izquierdistas y del sindicato de gastronomía de la CTC. (Central de Trabajadores de Cuba). Para octubre del 1960 ya tenían al barrio Chino limpio de "Taiwaneses viciosos", e incluso como hiciera Máximo Gomez en 1902, en la azotea del Casino Shung Wa plantaron su bandera roja comunista. 

Su consagración a Fidel Castro se selló el día que el dictador restableció las relaciones con la China Comunista en 1960. Tanto fue así, que aquellos "narras"* integraron uno de los batallones que defendieron las arenas de Playa Girón. En realidad no estuvieron en aquellas costas, su misión fue defender las de la Isla de Pinos, donde se pensaba que invadirían primero los Cubanos anti castristas. Había que evitar que la Isla se convirtiera en otro Taiwán, aseguró Tao en una entrevista.

Los milicianos chinos, entre ellos el famoso bailarín Fermín Hui, fueron enviados a estudiar a una Escuela Militar; y la mayor parte de ellos ingresaron posteriormente en la P.N.R. (Policía Nacional Revolucionaria). El resto retornó a sus trabajos como camareros y dependientes del comercio. Uno de ellos, Orestes Wong González, que si participó en Girón bajo el mando del oficial batistiano converso en Castrista, José Ramón "El Gallego" Fernández que de gallego no tenía nada, llegó a alcanzar los grados de teniente coronel. No debe quedar vivo ninguno. Por suerte.

*Narra: Chino en el argot cubano.

Maldita Hemeroteca
Fuente: Artículo de Ángel T. González.
El Mundo.es
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