HUMBOLD 7: A río revuelto ganancia para el pescador.

Internet: Balcones del Edificio Humboldt No 7. (Julio Cesar Guanche)

Imagine por un momento que hubiera pasado en la historia de Cuba, si aquel atentado contra la vida del dictador Fulgencio Batista del trece de marzo de 1957, hubiera tenido éxito. O por el contrario, preguntémonos por ejemplo, qué razón tendría que un reducido grupo de alzados estuviera en la sierra maestra, si el mal de Cuba, como decían algunos, ya había sido extirpado?.

Lo que había en aquella sierra en 1957 no constituía ni la menor de las amenazas para un régimen como el de Batista en ese momento. Aquel "ejercito rebelde" solo existía en la mente de Fidel, y en la de un periodista como Herbert Matthews, que era o medio tonto, o se la dejó "meter doblada y sin grasa" y con tremendo gusto. ¿No se ha puesto a pensar en eso?, seguro que sí. Pero le pondré a pensar un poco más:

¿Cómo fue posible que una revolución como aquella, donde no había contemplación con nadie, donde se fusilaba hasta un simple chivato de barrio, un general como Hernando Hernández, que incluso dio luz verde a la masacre del 20 de abril, porque eso fue sin ninguna duda, pudiera durar tantos años. Si en teoría, era de los que tenía la sentencia de muerte "retratada en su cara".

Demás esta decir que aquellos hombres comandados por José Antonio Echeverría, nada tenían que ver ideológicamente con el movimiento 26 de julio de Fidel Castro, eso lo sabe en Cuba todo el mundo, que la única idea que los unía era el derrocamiento de la dictadura. Y mientras que unos se protegían como podían en las intrincadas lomas de oriente, los otros, los del directorio estudiantil, se batía "en la caliente" como suelen decir ahora.

¿Sería que al de la Sierra le molestaba tanto que aquellos del llano llevaran la voz cantante en la lucha anti Batistiana?. ¿Será por eso que la historiografía Castrista se empeña en adueñarse de aquella heroicidad, como si hubiera sido algo planificado en conjunto?. No sé, son preguntas muy validas que los cubanos nos hacemos constantemente.

Sabías, por ejemplo, que Fidel Castro le envió un mensaje a Fructuoso Rodriguez donde le invitaba a sumarse a la Sierra y donde le aseguraba "que él lo protegería, en cambio este le respondió algo que ha quedado para la historia "...Baja tu y ven para acá, que nosotros te protegeremos". Así de tenso se encontraba el panorama entre estos dos grupos.

Por otro lado, haga la prueba e intente encontrar información en internet sobre el brigadier Hernando Hernández, y verá lo difícil que resulta. Se sabe que al triunfo de la revolución cayó preso en la Cabaña, sin embargo me resulta muy significativo que no huyera como hicieron casi todos. Como el coronel Esteban Ventura Novo que era su subordinado directo, sin ir más lejos.

Yo, por ejemplo, me enteré que había estado preso en esa fortaleza desde el mismo triunfo de la revolución en 1959, sin embargo ¿por qué no formó parte de aquellos shows en la "Ciudad Deportiva"?. Sepa que si me enteré, fue por las memorias que publicó Esteban Ventura en la ciudad de Miami donde por cierto, son varios los chivatos que menciona, como Raúl Díaz Arguelles y Faure Chomón por ejemplo.

¿Venganza por que detuvieron a su mujer en el aeropuerto de Rancho Boyeros, también podría ser. Pero en cambio fíjese en este dato, él hace alusión a que entre los que estuvieron en aquella reunión había un sobrino del coronel Fermín Cowley Gallegos, asesinado en noviembre de ese mismo año por un comando del 26 de julio en Holguín, Eugenio Pérez Cowley, y que los investigadores cubanos -honrados y no contaminados- señalan como la persona que gestionó aquel apartamento. 

Fructuoso y Jose Antonio eran conducidos a la prisión del Príncipe, en el Vedado.

Como tambien es cierto cuando asegura que los cuerpos de los cuatro jóvenes asesinados, fueron llevados a la casa de socorros de San Lázaro donde certificaron sus muertes, requisito indispensable - agrega - para que no fueran descubiertos como chivatos, y también para que el coronel Hernando Hernández diera la orden de pagarle los tres mil pesos "por el servicio prestado".

Apunta además, que aquella reunión se llevó a cabo en la cafetería "Petit Codiás", ubicada en la esquina de Carlos III y la calle Espada y propiedad de un emigrante gallego llamado Emilio. Todo eso ha sido comprobado. ¿Por qué acusar a Díaz Arguelles injustamente entonces y no a Marquitos si es que fue?. ¿Qué sentido tiene?.

Por cierto, este Díaz Arguelles venía de una familia muy pudiente de Marianao, y en cambio desde temprano se unió a la lucha contra Batista en las filas del directorio. Que razón tienen los que aseguran que los más radicales y resentidos, suele proceder de familias muy ricas. Arguelles no combatió en la Sierra Maestra con Fidel, lo hizo en las lomas del Escambray y en localidades como Cabaiguán, Placetas, Fomento, etc. Fue allí, y no en la Sierra, donde fue ascendido a comandante.

Luego, como hicieron casi todos los que decidieron plegarse al 26 de julio por conveniencia y obligación, se fue incorporando a las filas del castrismo. Fue de los primeros que Fidel envió a Angola cuando aún no se conocía mucho de aquella guerra, y en cambio logró sentar las bases para la llegada de las futuras tropas cubanas. Fue en Angola, precisamente, donde encontró la muerte en 1975, cuando una mina anti tanque voló por los aires el blindado donde viajaba.

En fin, que sí fue un chivato o no, tampoco era para preocuparse. Además ya está muerto. Si en un final un mindundi como Marcos Rodriguez, - lo digo en comparación con otros jóvenes que fueron mucho más valerosos - y que supuestamente cargó con la culpa, se mantuvo viajando plácidamente por varios países de América y de Europa, donde incluso acompañó en Praga a una delegación presidida por Raúl Castro. Que siendo ya uno de los sospechosos, se mantuvo residiendo en aquella ciudad por dos años más.

Mientras que la señora Marta Jiménez, la viuda de Fructuoso, buscaba afanosamente en estaciones de policías y en las prisiones el nombre del delator de su marido, Joaquín Ordoqui Mesa, el viceministro de las fuerzas armadas con los grados de comandante y que más tarde mantuvieron en prisión domiciliaria hasta su muerte en 1973, lo protegía en Checoslovaquia.

Brigadier Hernando Hernández y Hernández

Al final, y por insistencia de la viuda, es que se decide detenerlo en ese país y traerlo de vuelta a la isla, hasta que el 19 de abril de 1964 le fusilan por traidor. Desgraciadamente ni el ex coronel Esteban Ventura Novo ni el ex brigadier Hernando Hernández, forman parte ya de este mundo, mientras que el resto de aquellos jóvenes del directorio, o decidieron callar algunos o los que murieron se llevaron el secreto a la tumba.

Y a la pregunta de: ¿Resultaron beneficiosas aquellas muertes para Fidel Castro en la sierra maestra?, saque usted sus propias conclusiones, pero tenga la seguridad que a partir de ese día, el futuro dictador pudo dormir más tranquilo. Cosas peores se vieron en nuestra historia, y no en esa etapa, en el siglo XIX cuando aun quedaba en Cuba gente con vergüenza.

PERO QUE FUE DE HERNANDO.

Según lo que he podido averiguar, el general murió en la prisión de la Cabaña, en la Habana, el 16 de enero de 1968, a la edad de 57 años. Ahora, la manera en que murió, no la tengo muy clara aún. ¿Enfermo?, ¿fusilado?. ¿asesinado?, aunque me jode mucho pero no lo sé.

Aún así, resulta bastante significativo que haya durado tantos años, en un momento en Cuba donde los ex Batistianos tenían las horas contadas, donde procesos y apelaciones, si es que la había, duraban muy poco. No hay más que ver que en aquellos "juicios populares" del año 1959, a solo 21 días del triunfo, se llegaron a procesar a más de tres mil detenidos, donde 777 resultaron culpables y 51 pasados por las armas.

Como el que le hicieron en la ciudad deportiva, antiguo Palacio de los Deportes de la Habana, al comandante Jesús Sosa Blanco, al teniente coronel Ricardo Luis Guerra y al tambien comandante Pedro Martínez Morejón. Puede que fueran igual de atroces que los acusados, de hecho no les importaba llevar a menores de edad como supuestos testigos, y encima transmitirlos en vivo por las cadenas de televisión. 

Coronel Cornelio Rojas

Por ahí fue que la esposa y la hija del coronel Cornelio Rojas, hijo de un general mambí del mismo nombre, se enteraron y vieron incluso su fusilamiento. Aún existen las dantescas imágenes de como le vuelan el cráneo. Y fíjese lo que es la vida, un nieto de este señor, y bisnieto del general mambí, de nombre Pedro Rojas Mir, integró la brigada 2506 que desembarcó en Bahía de Cochinos. También se la "arrancaron", pues fue uno de los nueve cadáveres que llegó asfixiado a la Habana en la rastra de la muerte* que dirigió el implacable de Osmani Cienfuegos.

UN DATO MUY CURIOSO.

Puede que muy pocos sepan en Cuba que el general Hernando Hernández fue un destacado atleta en la especialidad de tiro deportivo, y que incluso participó como miembro de la delegación Cubana a los juegos de Londres 1948 en la modalidad de pistola rápida de 25 metros, quedando en el puesto 19.

En esa prueba participaron otros dos cubanos, Rafael Cadalso y Carlos Rodriguez-Feo, que finalizaron en los puestos 26 y 43 respectivamente. Solo agregar que los 22 primeros tiradores lograron acertar en todos los blancos, por lo que la competición se tuvo que definir por los puntos de precisión obtenidos. Así fue como se pudo declarar vencedor al Húngaro Károly Takács, que obtuvo 580 puntos. 

Jorge García
Maldita Hemeroteca.

(Fuente: Sports Reference)

*Los otros cadáveres fueron José Ignacio Macía del Monte, Alfredo Cervantes Lago, René Silva Soublete, José Vilarello Tabares, Hermilio Quintana Pareda, José Sántos Millán, Moisés Santana González y Santos Ramos Álvarez. Y no murieron más porque otros prisioneros lograron perforar orificios con las hebillas de sus cintos, por donde consiguieron respirar turnándose.

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