CORONEL ARANGUREN: Pasaje inédito de nuestra historia (Primera parte)

Potrero en Tumba Cuatro en Jaruco la Habana. Hoy provincia de Mayabeque.

El 27 de Mayo de 1867 la controvertida monarca española Isabel de Borbón y Borbón le concedió status de ciudad al poblado de "Santi espíritus", y exactamente un año después hizo lo mismo con Campo Florido en la Habana, que en esos momentos se llamaba "San José de la Granja". 

Campo Florido se ubica al este, a unos treinta kilómetros del centro de la capital cubana. Pues en el año 1897, casi al final de la guerra, sucedió un hecho en esa localidad realmente penoso, y donde el coronel mambí, Néstor Aranguren, fue uno de sus protagonistas. Probablemente mucha gente en Cuba no conozca quien fue esta contradictoria figura de nuestra historia libertadora y el papel indigno que le tocó interpretar, sobre todo teniendo en cuenta que un momento determinado de su vida se llegó a cubrir de gloria.

Pero vayamos por partes...

Corría el diez de diciembre de 1897 y el coronel de ingenieros español, Joaquín Ruiz, salía de la Habana en tren hacia el pueblo de Campo Florido. Había tomado esa decisión luego de intercambiar varias cartas con este oficial mambí. El coronel Ruiz llevaba un solo objetivo en su mente, lograr convencer a este militar con una proposición de autonomía, a cambio del cese de las acciones de guerra en aquella zona, incluyendo su desmovilización y entrega de las armas.

El gobierno de España, en un nuevo intento por pacificar la isla y por supuesto, obligado por las circunstancias de una inminente invasión del ejercito norteamericano, le había concedido a Cuba el autonomismo y la categoría de "provincia", con lo cual la isla contaría con los mismos derechos que tenían por ejemplo Galicia, Asturias o Andalucía, digamos el derecho de contar con un representantes en las cortes y que en ese caso estarían representados por el abogado matancero Eliseo Giberga.

El autonomismo no era más que un paripé sin independencia, para que entrar en más detalles, aunque no cabe duda que desde el punto de vista político y económico se alcanzarían grandes avances en derechos como libertad de prensa, de opinión y de asociación, tal y como los tenía Puerto Rico. Esa fue la razón por la cual el generalísimo Máximo Gómez había decretado un bando donde ordenaba la pena de muerte, mediante un consejo de guerra verbal, para todo aquel que aceptara, o propusiera, el autonomismo o cualquier otra oferta de paz que no incluyera la independencia.

Igual fue una de las razones por las cuales el nuevo capitán general de Cuba (por segunda vez) el general Ramón Blanco Erenas, alertó al coronel Ruiz del peligro de asumir esa peligrosa misión, e incluso el propio coronel mambí Néstor Aranguren le insistió que desistiera de esa idea en un previo contacto epistolar. Agregar además que ambos se conocían de una etapa previa como bomberos en la Habana, de manera que existía cierta consideración mutua a pesar de ser enemigos en el campo de batalla.

Aranguren había participado en el terrible incendio del 17 de mayo de 1890 en la ferretería Isasi de la Habana, siniestro que se cobró la vida de 39 personas entre ellas varios bomberos, policías y vecinos que intentaron ayudar a sofocar las llamas. Quizás por eso fue que el coronel Ruiz pensó que no corría peligro en esa cita, teniendo en cuenta la consideración mutua en ese caso. Craso error.
 


Incluso se podría decir más. Teniendo en cuenta todo lo que el general Calixto García Íñiguez debía agradecerle al propio capitán general Erenas durante la etapa que estuvo deportado en la capital de España, donde le permitió reunirse con toda su familia al completo, madre, esposa e hijos, e incluso como señalamos en un post de ayer, le permitió buscarse la vida en el banco Vizcaya y, además, su hijo pudo graduarse de doctor y cirujano en la especialidad de estomatología. º

Total, que la primera cita entre Ruiz y Aranguren fue concretada en "Tumba Cuatro", una localidad relativamente cerca entre los poblados de Guanabacoa y Campo Florido. El coronel Ruiz iba acompañado de su ordenanza y un práctico, sin embargo al ver que el oficial cubano no acudía, se retiró a las dos horas. Y es aquí donde ocurre un hecho lamentable al que nos referimos al principio, muy poco ético y que dejó muy mal parado al ejercito libertador.

Al siguiente día de esta fallida cita, el coronel español recibió una nueva carta remitida por el propio coronel Aranguren en la cual le solicitaba un nuevo encuentro para el día 11 a las doce del día, y de nuevo en las proximidades del ingenio "San Miguel". Primeramente nos llama la atención el porque Aranguren no rechazó, con un "NO" rotundo, aquella primera solicitud que le habían hecho, y no debió haber dejado abierto ese compás de espera para una nueva cita sabiendo que estaba prohibido, y tratándose incluso de una persona que, en teoría, había sido su amigo, compañero de trabajo o conocido.

De esa manera se hubiera evitado lo que sucedió después y que en nuestra opinión, fue uno de los capítulos más bochornosos de aquella ultima etapa de la guerra y que sin dudas manchó la figura de este mambí para siempre. Tanto, que a más de cien años aun se sigue hablando. Fue tal "su cagada", dicho en buen cubano, que él mismo lo tuvo que lamentar después en una entrevista con el rotativo norteamericano "New York Herald".

Rompiendo una lanza a su favor, se podría decir que actuó temeroso de que el general Gómez tomara represalias en su contra, eso pudo ser perfectamente, y que ese haya sido el motivo por el cual se vio obligado de "curarse en salud" concertando aquella segunda cita que nunca debió ocurrir. Al final el encuentro se llevó a cabo, y el coronel Ruiz resultó ejecutado junto con Narciso Méndez, ambos portadores de sendas cartas de paz de parte de los generales Luis de Pando y Ramón Blanco Erenas. 

Sobre este hecho el general Máximo Gómez apuntó en su diario: 

"Estos generales mostraron más torpeza que el cruel Weyler Nicolau, que al menos hacía la guerra. Fueron enviados estúpida e inexorablemente hacia la guadaña de la muerte".


 Maldita Hemeroteca 
(Fin de la primera parte)
 
Fuente: Aranguren, pasajes de su historia militar. Demás fuentes citadas en el texto. / Datos tomados de Internet/ Aranguren, del ciclo mambi "Biografía del patriota cubano Néstor de Aranguren,[habana 1873 - finca la pita, campo florido, la habana, 1898] Uno de Enero de 1923.
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