No era Cubano como se ha dicho. Servando Oviés había nacido en Asturias, pero era uno de los miles de españoles que había elegido la isla como su lugar de residencia. Entre las 1513 personas que perecieron en el naufragio del Titanic, el cual hoy 15 de abril se cumplen años 112 años, estuvo este avilesino.
Nacido en 1873 en Avilés, Servando viajaba en una de las cabinas de primera clase del fatídico barco. Tenía 36 años cuando se hundió en las frías aguas de Terranova. También era uno de los diez españoles, cinco hombres y cinco mujeres, siete sobrevivientes, que iban en el barco, aunque el único de esa provincia. Meses antes, el 13 de enero, había embarcado en el vapor «Habana» rumbo de Nueva York, ciudad desde la cual emprendió un viaje a Europa con la intención de comprar en París un lote de mercancías de lencería para su negocio en la tienda habanera.
Oviés se había ido a Cuba con 15 años, donde sería acogido por su tío José Rodríguez López, fundador de "El Palacio de Cristal", una emblemática sedería de La Habana de la que llegaría a ser gerente. Luego de una corta visita a su ciudad de nacimiento, el asturiano partió hacia Inglaterra donde compró su pasaje en el trasatlántico Titanic de regreso a New York. Ocupó el camarote D-47 a un costo de 27 libras esterlinas, una cantidad importante para la época.
Su supuesto cadáver, el No 189, fue de los cuerpos recuperados, siendo identificado posteriormente por su primo y sepultado en el cementerio de Halifax, en Nueva Escocia. Sin embargo, al ser exhumado, las ropas que llevaba el difunto encima no se correspondían con las de José Florentino Oviés y Rodríguez. Las iniciales grabadas, J.R. Ovies, eran al parecer las de un supuesto fogonero del barco de 28 años, con lo cual se especuló que la familia había «comprado» el falso cadáver para agilizar los trámites de la herencia.
Lo que sí fue un hecho es que Oviés viajaba en el transatlántico cuando se hundió, y que su cuerpo no estaba entre los 709 pasajeros que se salvaron. La esposa del avilesino presentaría posteriormente una demanda por 75.000 dólares por la pérdida de su vida y de 2.800 dólares por la de sus propiedades, lo que pudiera explicar el viaje de su primo a Halifax para identificar el cuerpo. Además la viuda recibió 286.000 pesos cubanos por la participación correspondiente de su marido en el negocio.
NOTA:
Los españoles eran: María Josefa Pérez de Soto, Víctor Peñasco, Fermina Oliva, Encarnación Reynaldo, Emilio Pallás, Julián Padró, las hermanas Florentina y Asunción Durán, Juan Monrós y Servando Oviés. De ellos, tres murieron en el naufragio: Víctor Peñasco, miembro de una adinerada familia madrileña; Servando Oviés y Juan Monrós, que era el único miembro español de la tripulación del transatlántico.
Fuentes: Prensa Española.