La traición es de lo que va nuestra pequeña historia de hoy que titulamos "Los Presentados", y que a pesar de que han pasado 130 años de transcurridos la historiografía sigue ignorándolos. Por supuesto que son desagradables, dependiendo de quien afecte claro, pero sucedieron y no pocas veces además. Algunos lo tratan, pero muy someramente, y sobre todo sin entrar muchos en los detalles y las causas que lo motivaron.
Por ejemplo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde abundan tantas tumbas de grandes jefes del ejercito libertador como la de los hermanos José y Rafael Maceo, la de Guillermo Moncada, Flor Crombet, Carlos Manuel de Céspedes, Vidal Ducasse y José Martí, entre muchas otras, hay tres que llaman la atención al momento, las de los españoles Pedro Rovira, Julián Cortés Gómez y Manuel Alas Hilera, soldados hispanos que se pasaron al ejercito libertador y que, por ese motivo, fueron fusilados al ser capturados. Lo mismo le hubiera pasado al generalísimo Máximo Gómez, considerado como traidor debido a sus antecedentes como miembro de ese ejercito español en la República Dominicana.
Pero ¿qué hay de los soldados y oficiales cubanos que se presentaban o claudicaban?. Existen varias historias, en todas las guerras las hay, pero en este caso hay otras que resultan muy llamativas a la vez de misteriosas, como fue el caso del general de brigada Juan Masó Parra, muy grave por cierto. Hablamos de un hombre que venía batiendo el cobre desde el 1870 cuando la guerra chiquita, y que no solo decide presentarse si no que accede a formar otra fuerza para combatir - a ojos vistas - a los que hasta ese momento habían sido sus hermanos de lucha. Esta presentación ocurrió el 20 de enero de 1898, una fecha en la que el ejercito cubano no atravesaba por un buen momento aunque con la salvación tocando a las puertas.
Según relatos de historiadores, Masó Parra mantenía un fuerte diferendo con en general en jefe Máximo Gómez, lo que le llevó a cometer estos actos. Y fíjese un dato que resulta interesante y que por aquí pudieron venir los tiros, que con los años Masó Parra resultó arrestado y acusado de liderar una revuelta armada contra el gobierno interventor americano en 1907, lo que podría indicarnos - especulación incluida - un posible anti americanismo en momentos en que ya se barajaba la intervención americana en la guerra, casualmente el mismo año de su "aparente traición".
Eso está muy raro. Como diría un buen Cubano, aquí la "lista no juega con el billete". Un tipo que tiene alma de traidor no se expone tanto. Lo cierto es que el ejercito español, quizás aprovechando sus conocimientos como insurgente, le impuso los grados de coronel y le confió el mando de una nueva brigada llamada "Cuba Española", y sepa que la historia no es tan así como la cuentan sus detractores, de hecho estaba compuesta de ex mambises, eso solo para empezar, además que la misión no era para combatir a sus ex compañeros, si no para presentar oposición a la intervención norteamericana, aunque tuviera que enfrentarlos llegado el caso.
Por suerte para todos, en ese ínterin se produjo la debacle española por lo que no se vio en la necesidad de enfrentarlos, pero sí en el de marchar a España para evitar casi seguras venganzas. No obstante, "al calmarse las aguas", regresó a Cuba y, por su nueva oposición a la intervención americana de 1907, que la prensa denominó "La rebelión de los generales", "haló" tres años en la cárcel. Desde entonces Juan Masó Parra ha sido ignorado casi por completo por los cronistas e historiadores, al punto que su nombre ha desaparecido - casi por completo - de la narrativa patriótica en Cuba.
Antes de terminar, les dejamos un fragmento de su versión de lo ocurrido en la muerte de José Martí en Dos Ríos, publicado en su libro "Primera parte de un libro para la historia de Cuba", del 1904, y preste mucha atención a lo que dice, porque aunque habla del error que cometieron todos, incluso de Máximo Gómez que ha sido exonerado de toda responsabilidad por los que cuentan mal la historia, y con lo cual la versión de que Martí se inmoló no es más que un cuento de caminos, observe el guiñó que hace además de su anti-americanismo perenne y, sobre todo, lo que Martí pensaba al respecto:
Sabemos que cualquier intento de dañar la imagen de Máximo Gómez llevaría un rechazo inmediato de la mayoría, pero si en cambio se intenta buscar los defectos del hombre, porque nadie es perfecto, entonces entenderá que en la historia del prócer dominicano tambien hubo sus claros oscuros. Hay versiones, la del comandante Armando André Alvarado, la de Manuel Sanguily e incluso José Martí, muy solapadamente o la de la asamblea del cerro, que le depuso por segunda vez, pero en este caso Masó Parra se muestra mucho más contundente.
Las rencillas con Máximo Gómez venían desde el once de septiembre de 1896 cuando el generalísimo lo había sometido a juicio por traición, y en el proceso oral donde el entonces teniente coronel Enrique Loynaz del Castillo fungió como fiscal instructor, Parra quedó absuelto de toda culpa y fue reintegrado a las filas del ejercito libertador.
"Se libró el combate, en su comienzo impetuoso pero estéril; y a poco la triste y desconsoladora retirada. Podríamos decir: “Entrada de caballo árabe salida de asno”. Ese fue Dos Ríos, donde cayó todo lo que más valiera de la revolución cubana. Dos Ríos fue la primera derrota de la revolución, porque la muerte de Martí en semejante circunstancia de incubación, equivalía a la pérdida de una gran batalla. La independencia de Cuba, en forma absoluta, se perdió el 19 de mayo para los cubanos. Si Martí no muere, antes que un yankee habría sido Autonomista, y con la Autonomía, ya sabemos que Cuba sin cambio de librea (traje), se habría salvado para los cubanos".
Observe este otro fragmento de un acuse de recibo al capitán Juan Maspons Franco, entonces director del periódico "La República"...
"A pocos momentos de iniciada la retirada, anunciaba el alférez Ángel Guardia, que acompañó a Martí, hasta la misma línea enemiga donde cayera muerto, que aquel había sido herido de dos balazos a su lado y que a pesar de los esfuerzos que hizo no había podido recogerlo. Así murió Martí, en los campos libres del abrupto Oriente, con el pecho y cuello atravesados y de cara al sol, el 19 de mayo a la una del día, y en los primeros albores de la revolución cubana, que tanto le debía y a la que tanta falta debía hacer.
En cuanto a mi juicio militar de aquel combate que usted me pide, sólo podré decirle lo que fácilmente habrá comprendido, conociendo la topografía del lugar en que se libró. Yo creo que haber esperado al enemigo en el campamento, cuya dirección traía, no era sensato, pero mucho menos atacarlo con caballería en sus inexpugnables posiciones. Haber esperado al enemigo en la orilla opuesta del río, desmontando una parte de la caballería y hasta flanquearlo por su derecha, era lo único que debía y pudo hacerse.
No se hizo, y culpa, sin duda fue del general Gómez que dirigió el combate. Pues a los otros jefes no le cabe ni la responsabilidad colectiva de la consulta, que no hubo. Y para mayor abundamiento, el general Gómez, conocía más que todos aquel territorio, desde la guerra de los 10 años. Es todo cuanto debo hoy decir, como testigo presencial de aquel doloroso suceso, y en obsequio a su deseo patriótico. Soy de usted atento, seguro servidor y amigo. Juan Masó Parra".
Por cierto cuando Parra Maso se pasa a filas españolas, declaró que el ejercito rebelde llegó a contar en su mejor momento con 28.000 hombres, pero que en esas fechas solo quedaban como algo menos de la mitad. De hecho dijo que a Máximo Gomez solo le quedaban en su partida 1,400 hombres. Pero si fue así o no, fue por poco tiempo. Es cierto que desde hacía ya un tiempo Gómez no le hacía asco a nada, re-aceptaba - por decreto - a todo aquel que se había entregado a los españoles en sus filas.
Pero una vez que se anunció la entrada de Estados Unidos en el conflicto, más de 15 mil voluntarios se pasaron a las filas "del caballo ganador" de golpe y porrazo. De pronto el ejercito rebelde creció exponencialmente y llegó a tener el 70 % de sus combatientes de "nuevo ingreso", un 30% en el ultimo mes, lo cual hizo que las listas de general Carlos Roloff se engrosaran y, además, por consiguiente, el dinero a resarcir por concepto de liquidación.
Maldita Hemeroteca (Fin de la primera parte)
Fuente: Archivo general de Segovia. // Juan Masó Parra y las luchas por la independencia de cuba, de José Ramón Fernández Álvarez. Fuentes citadas en el texto.Nota: El texto del relato íntegro lo puede leer aquí.