LOS O´FARRILL: Breve historia de una terrible y despiadada familia


Aprovechando que hoy es el día de San Patricio, felicidades para los Irlandeses, vamos con una brevísima historia acera de una de las más controvertidas familias de la casposa y colonial isla de Cuba, en el siglo XVIII.

Muy cerca de la icónica Bodeguita del Medio en la Habana, se encuentra un imponente palacio que fue edificado por una familia de emigrantes irlandeses de principios de ese siglo, Mr Richard O’Farrill y Mrs Mary Catherine O’Daly. Una vez estuvo lista, se conoció como "El Palacio O'Farill", una mansión de estilo neoclásico que fue residencia de un hijo de este matrimonio, el brigadier don José Ricardo O’Farrill y O’Daly, un rico comerciante y traficante de esclavos, natural de Mornin, localidad del condado irlandés de Longford, y que una vez asentado en Cuba se fueron propietarios de varios ingenios azucareros como los antiguos Sabanilla, Tapaste y Madruga.

Estos primeros integrantes llegaron a La Habana en 1715 procedentes de la isla de Monserrate, vía Jamaica, como representantes de la South Sea Company, y una vez en Cuba fundaron uno de los clanes más acaudalados y famosos de la época colonial. Este hijo se casó con doña María Josefa de Arriola y García de Londoño, hija de españoles llegados de Granada, y que como sabían hacer muy bien, enlazaron a sus descendientes con las familias más importantes en la isla. Según artículo del Diario de la Marina del uno de agosto de 1946, uno de sus hijos, Juan José, se casó con la señora Luisa María Herrera y Chacón, hija del IV Marqués de Villalta y tuvieron a un hijo llamado Rafael O’Farrill y Herrera.

A su vez otra de las hijas, osea la nieta, María Josefa O’Farrill, la enlazaron con Ignacio Pedro Montalvo, el primer Conde de Casa Montalvo, que luego fueron los abuelos de la famosa Condesa de Merlín, doña María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo. Otra nieta, María Catalina, le buscaron de marido al III Conde de Casa Bayona, don José María de Jesús Herrera y Torres Chacón. En fin, que así fueron creando un entramado social "digno de admirar", e integrado por "la crema y nata" de la sociedad habanera del siglo XVIII.

Al morir el 4 de enero de 1842 el nieto de este matrimonio entre los OFarrill y doña Arriola, de igual nombre que su abuelo y que por cierto, fue alcalde ordinario y prior del consulado de la Habana, la casa solariega fue heredada por su hija María Luisa O-Farrill y Arredondo y sus nietos Ricardo y Loreto O-Farrill y O-Farrill que, a su vez, se la vendieron el 15 de mayo de 1856 a los banqueros habaneros "Sobrinos del traficante de esclavos español, don Joaquín Gómez y Compañía", propietario de 472 de ellos que empleaba en sus ingenios y una de los diez familias más ricas de Cuba en ese momento. Sobrinos, porque no tuvo descendencia, de manera que uno de ellos, José María Cagigal y Gómez, participaba en este tráfico de esclavos.

Vista de la casa convertida en hotel
Estos hicieron lo mismo y la traspasaron al Obispado para su Palacio Episcopal, al precio de 145,000 pesos, según escritura de fecha 6 febrero de 1860. (Diario de la Marina). De hecho fue residencia oficial por muchos años del Obispo Francisco y Soláns y luego del el monseñor Manuel Arteaga y Betancourt. La casa se encontraba ubicada en el número 58, después 152, esquina a Chacón, en la Habana colonial. Cuando el Papa Juan Pablo II visitó la Habana, en enero de 1998, pasó allí unas horas en esa casa.

PASADO ESCLAVISTA DE LOS O´FARRILL

Este Ricardo O’Farrill y Herrera y sus otros tres hermanos fueron connotados esclavistas que ocuparon simultáneamente cargos públicos de primera importancia en la última década del siglo XVIII en Cuba, si no que junto a Francisco de Arango Y Parreño diseñaron la infraestructura operacional para este tráfico.

En 1803 se fundó la Compañía Africana de La Habana para la importación de esclavos, por iniciativa de la firma Cuesta Manzanal y Hermanos. El Capitán General y el Real Consulado le encomendó a José Arango la promoción de la Compañía, a la que pronto entraron a formar parte algunos hacendados de La Habana, como los condes de Vallellano, de Mopox, de O’Reilly, de Buenavista, así como los marqueses de Monte Hermoso y de la Casa Calvo y por supuesto, no podían faltar los hermanos O’Farrill y Herrera a la fiesta negrera. 

Su hijo José Ricardo, que heredó el talento esclavista de su padre, aceleró a fondo al saber que el trafico corría peligro, y fundó el diez de abril de 1816 una empresa negrera que operaba en Sierra Leona, en la que también participaban sus hijos Juan y Antonio O’Farrill y Arredondo. Antes de que la compañía se desarticulará en 1818, lograron introducir en la isla un total de 1079 esclavos en las siete expediciones que realizaron desde el continente Africano, y de ellos 841 fueron vendidos por los  O’Farrill y Herrera que les reportó una ganancia de 282 509 pesos de la época.

Durante la segunda mitad del siglo XIX el nombre de los O’Farrill mantuvo la fama de apellido negrero junto al de grandes traficantes peninsulares como Pedro Blanco, Joaquín Zulueta, Joaquín Gómez y Francisco Marty y Torrens. Sin embargo, al entrar en vigor la prohibición del tráfico de esclavos en 1820, los O’Farrill  lograron ocultar su complicidad en el inhumano y ya ilegal comercio. 

De hecho durante una de las inspecciones, el barco Neptuno encontró oculto en la remota península de Guanahacabibes, un enorme palenque de esclavos repleto de cadáveres por inanición, donde los que aun seguían con vida era gracias a que se alimentaban de la corteza de los árboles. No solo eso, cuando el barco regresaba al puerto habanero se encontró con la goleta Matilde, que llevaba ocultos negros bozales (negros que no hablaban español) desde la finca de uno de los armadores del buque negrero conocido como Pancho, el señor Francisco Marty y Torrens. En dicha goleta fue apresado, así, por casualidad, al "respetable" hacendado José Ricardo O’Farrill y O’Farrill. 

Y eso fue este que cogieron, pero por lo general la corruptela de las autoridades coloniales españolas era enorme. La profesora Marcia Barcia Zequeira, da cuenta de cargamentos que entraban a Cuba mientras las autoridades miraban hacia otro lado. Cita los casos de pagos de hasta 12.000 (41) pesos para introducir bozales por el río Canímar; en otra, (42)la expedición del Agüica, donde entraron más de mil, el capitán de Yaguaramas pidió 25.000 pesos mientras que en otro, introducido por Nueva Paz (43), se pagaron 10.000 pesos al alcalde mayor y otras cantidades a diversos funcionarios.

En fin, que lo del pasado esclavista de esta familia no tiene para cuando acabar. A eso se dedicaron toda la vida, a esclavizar y a vender humanos dentro de este vergonzoso y odioso comercio a lo largo de 150 largos años. Contabilizar cuantos esclavos introdujo esta familia en Cuba, no sería nada fácil. Sin embargo los datos recogidos por la Trans Atlantic Slave Trade Database, muestran que ese año de 1820 se introdujeron en la isla un total de 195.840, e inclusive hasta 1835 y 1866 esas cantidades pudieron haber llegado hasta más de 300 mil. Se estima que solo ilegalmente, fueron introducidos en Cuba medio millón de esclavos y de esos, cuántos llevaron la firma de esta familia, a saber. 

Tampoco debemos pasar por alto que muchos de estos pobres fueron a parar a dotaciones de ingenios, haciendas y negocios de todo tipo, donde sus propietarios no eran españoles si no CUBANOS. ¡Inclusive cubanos mulatos y negros emancipados!. Sí, porque de aquellos 340 mil esclavos que entraron de forma ilegal en Cuba hasta el año 1866, en la medida que fueron capturados, unos 26 mil, eran declarados libertos inmediatamente. Pues algunos de esos emancipados, que con el tiempo y un poco de suerte prosperaban en sus negocios, no se lo pensaron dos veces para esclavizar algunos de sus semejantes.

Hotel del régimen Castrista. 

Y fíjese hasta donde llega la hipocresía del régimen Castrista, sobre todo cuando se se trata de los dólares que tanto aman y persiguen, para quedárselos, no para meterlos presos. Siendo este señor un despiadado esclavista en las islas del Caribe, primero de Monserrate y luego de África, el régimen de la Habana no se corta un pelo en atraer turistas al hotel en que convirtió su esplendorosa casa. Y no solo eso, porque se podría argumentar que históricamente no tienen la culpa que esa casa haya pertenecido a semejante elemento, si no que lo hacen a sabiendas cuando celebran incluso el día de los irlandeses los días 17 de marzo, el día de San Patricio, y que en su tiempo celebraba igual esta familia negrera de esa procedencia. 

Como seguramente lo harán hoy, sin ir más lejos, porque para recoger pasta a nombre de los O´Farrill no hay apagones que valga, ni falta de agua, ni ningún tipo de privación con las que machacan al pueblo. Pero total, eso fue hace mucho, ¿quién se acuerda ya de esos pobres negros?. Ahora eso sí, cuando la situación lo amerita, cuando hay que tirar de paladines, héroes y de patriotas, entonces se acuerdan que nuestros valerosos mambises lucharon para que aquellos negros fueran también libres. 

Maldita Hemeroteca.

Fuentes:  

La familia O’Farrill y el comercio de esclavos (1716-1866). Julio D Rojas Rodriguez. // Genealogía familia O'Farrill de Cuba, 30 de septiembre de 1753. Certificada por John Hawkins, rey de armas del Ulster. Dublín: Biblioteca Nacional de Irlanda, Oficina Genealógica: Ms.162, págs. 54-5 Pedigrí de O'Farrill de Glin, Co. Longford, de Killindowde, Co. Longford y de La Habana, Indias Occidentales, c.1500 - 1750 .// La trata ilegal en Cuba: espacios, redes y actores". María del Carmen Barcia Zequeira. // Articulo del Diario de la Marina, arquitecto Luis Bay Sevilla. 1 de agosto de 1946. // The Transatlantic Slave Trade Database. www.slavevoyages.org.

Referencias

41 «Segunda pieza Gobierno del General Dulce, sobre la entrada de dos lanchas con negros bozales de los alijados por Sagua», ANC, Gobierno General, leg. 405, exp. 19190.

42 «Sospecha de un alijo en el distrito de Cienfuegos», ANC, Gobierno Superior Civil, leg. 1632, exp. 82127.

43 Enrique Giniebra: «El comercio de esclavos en Vueltabajo», Cauce (Pinar del Río), 2 (2010), pp. 14-17.
Articulo Anterior Articulo Siguiente